Definitivo... no es el mundo el que está mal... soy yo...
Pero como tampoco quiero cambiar, tendré que ser consecuente y morir en la mia.
Por qué mierda, cuando todo parece bien, una llamada de ella, en un segundo te lleva a las nubes, y en al segundo siguiente azota tu cabeza en el suelo...
Puta vida.
Caperucita y el lobo en el puerto.
Hace 11 años.