Mueren ya las ilusiones del ayer
Que sacié con lujurioso amor
Y muere también con sus promesas crueles
La inspiración que un día le brindé.
Con candor el alma entera yo le dí
Pensando nuestro idilio consagrar
Sin pensar que ella lo que buscaba en mí
Era el amor de loca juventud
Los viejitos son muy sabios...
Caperucita y el lobo en el puerto.
Hace 10 años.
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